Triple Seven Paragliders ROOK 3 REVIEW: jaque a la segunda torre

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Rook fue el primer producto que lanzó al mercado la firma eslovena de los hermanos Valic. Dirigido a un segmento exigente y con un importante nivel de ventas, ha mantenido su nombre tras dos generaciones que acaban de renovarse con una tercera. Esta última, basada en el Queen 2, modelo EN-C de la marca que pudimos probar hace un tiempo, viene dispuesta no solo a poner en jaque a la segunda torre (Rook 2), sino a intentar situarse en lo más alto de la categoría en lo que a rendimiento se refiere.

Rook fue el primer producto que lanzó al mercado la firma eslovena de los hermanos Valic. Dirigido a un segmento exigente y con un importante nivel de ventas, ha mantenido su nombre tras dos generaciones que acaban de renovarse con una tercera. Esta última, basada en el Queen 2, modelo EN-C de la marca que pudimos probar hace un tiempo, viene dispuesta no solo a poner en jaque a la segunda torre (Rook 2), sino a intentar situarse en lo más alto de la categoría en lo que a rendimiento se refiere.

Triple Seven ha modificado por completo la imagen de sus alas y la Rook 3 no ha quedado al margen. Base monocromo lisa, dos bandas en color contrastado (tres en el caso de la Gambit, que también luce intradós blanco) prácticamente en cada uno de los flancos, además del nombre del modelo en el extradós, sustituyen las coloridas combinaciones anteriores. El sobrio resultado pretende ser más que visual: persigue reducir el número de costuras que, como se sabe, incrementan la permeabilidad al aire de la estructura.

El Rook 3 se presenta en tres elegantes combinaciones y según Urban Valic se ha convertido en un ambicioso proyecto para 777, pues en la casa consideraban que la versión 2 necesitaba un sucesor digno. Su misión fue conservar las características de rendimiento y manejo de la Queen 2 pero ofreciendo un parapente adecuado a los pilotos EN-B que acostumbran a tener un umbral de tolerancia en aire agitado algo menor que los pilotos EN-C, y por tanto una superior necesidad de comodidad en vuelo.

El resultado es un parapente clase B destinado a cubrir el segmento superior de la categoría, lo que coloquialmente se conoce como B+ o B “alto”. La segunda generación iba igualmente dirigida a ese nicho de mercado, pero con esta “Torre 3” Triple Seven ha echado el resto. Y lo ha echado manteniendo el alargamiento (5.6 puntos) pero aumentando el número de cajones en 4 (ahora 61) y diseñando una estructura con varillas más cortas, lo que también reduce el peso y aporta compacidad en el transporte; optimizando las líneas combinando resistente Dyneema en las A´s y B´s (el área que lleva más carga) con Magix Pro de aramida en las C´s para conseguir una mayor estabilidad dimensional; empleando bocas de cajón retrasadas (sistema BPI, el Shark Nose de 777) para un mejor mantenimiento de la presión interna (a lo que se suma, según 777, que no haya fugas de aire por las costuras adiciones que supondría el corte de paneles de diferentes colores) desembocando en una mayor estabilidad en todos los ángulos de ataque y una mayor resistencia a las plegadas, etc.

Los frutos de este desarrollo están empezando a llegar, y la Rook 3 está causando expectación y demostrando solvencia. Sin ir más lejos se ha convertido en la primera clasificada de la edición 2020 del Campeonato de España de Velas B, y por ello -entre otros motivos- no nos hemos podido negar a conocerla en profundidad tras el ofrecimiento de su importador.

UN PASO ADELANTE

Comparando el Rook 3 con el parapente al que sustituye podemos hablar de mejoras significativas en lo tocante a presión interna y rendimiento. El pilotaje con las bandas traseras ha experimentado un notable avance, pues controlar el ángulo de ataque con el BC system (un sistema de poleas que al bajar las C´s también actúa sobre las B´s, similar al que incorporan otras firmas pero que ha variado con respecto a la variante “de puente” ofrecida en la Queen 2, por ejemplo) resulta cómodo e intuitivo, se acelere o no.

El BC system resulta intuitivo se acelere o no. FOTO: J.I.G.

El BC system resulta intuitivo se acelere o no. FOTO: J.I.G.

Otra imagen del BC system en acción. FOTO: GUILLERMO NIÑO

Otra imagen del BC system en acción. FOTO: GUILLERMO NIÑO

La limpieza de la construcción se hace patente no solo en un menor número de cortes. La cinta de remate y refuerzo del borde de fuga es más fina y estrecha. Los puños de freno todavía más ligeros y flexibles. Las poleas de reenvío de las líneas de freno son ahora anillas cerámicas… Ello ha contribuido, a pesar del aumento de cajones, a una rebaja de peso de unos 800 gramos en la misma talla que probamos (MS). Aunque para ser precisos se debe apuntar que ha habido una redistribución de rangos de peso debido al incremento de medidas, pues la Rook 2 tenía 4 tallas y la Rook 3 tiene 5.

La nueva Rook recuerda más a la Queen 2 que a su antecesora. Tuvimos oportunidad de probar la EN-C hace poco y esta R3 es muy parecida, aunque con un alargamiento inferior. El BPI, el tacto de sus mandos, sus prestaciones… Casi todo parece indicar que se vuela una pequeña Queen, por supuesto con una homologación más benévola.

La vela no adelanta y se mantiene sobre la cabeza con poca intervención del piloto. FOTO: FERNANDO QUINTAS

La vela no adelanta y se mantiene sobre la cabeza con poca intervención del piloto. FOTO: FERNANDO QUINTAS

Sale a volar con suavidad, transmitiendo confianza desde el primer momento. FOTO: COLECCIÓN GUILLERMO NIÑO

Sale a volar con suavidad, transmitiendo confianza desde el primer momento. FOTO: COLECCIÓN GUILLERMO NIÑO

AL DESPEGUE

Para quienes conocen la saga Rook esta nueva versión no será una sorpresa salvo, quizás, porque se ha dulcificado el despegue. Las diminutas y retrasadas bocas de cajón, además del incremento de cajones, procuran un inflado tan progresivo que el piloto no se ve sorprendido, incluso con viento intenso. Ofrece un punto duro cuando se encuentra a medio camino hacia la vertical que requiere algo de tracción extra. Arriba, la vela no adelanta y se mantiene sobre la cabeza. No obstante sustenta y quiere salir a volar con diligencia. En oposición al dinamismo que ofrece en vuelo, en el suelo parece “inofensiva”.

Aunque personalmente prefiero traccionar exclusivamente de las A´s centrales para elevar el parapente en el despegue, esta Rook 3 puede precisar tirar de las contiguas en algunas ocasiones, especialmente con poco viento.

Con brisa o sin ella el parapente sale a volar con mucha suavidad, transmitiendo confianza desde el primer momento.

El ala lleva bastante presión, pero no se percibe una altísima rigidez. FOTO: TRIPLE SEVEN

El ala lleva bastante presión, pero no se percibe una altísima rigidez. FOTO: TRIPLE SEVEN

La presión en los frenos es de leve a moderada pero la respuesta es inmediata. FOTO: MSdD

La presión en los frenos es de leve a moderada pero la respuesta es inmediata. FOTO: MSdD

EN VUELO

El primer toque a los frenos ya aporta una idea clara de lo que se puede esperar de la Rook 3. La presión es de leve a moderada, incluso con la vela cargada. Sin embargo la respuesta es inmediata. Tanto que es fácil notar un lanzamiento que debe corregirse replicando con el mando exterior. Cuando se alcanza el equilibrio, el parapente gira bastante plano. Pero el comportamiento inicial puede sorprender a pilotos que apliquen demasiada autoridad en los frenos. El alabeo no es pronunciado, pero el movimiento se produce súbitamente y con relativa energía.

El ala lleva bastante presión, pero no se percibe una altísima rigidez. El borde de fuga no parece ir demasiado presurizado, al menos a simple vista. Algo que sin duda incide en ese tacto agradable de los mandos.

La agilidad es asombrosa, pero se aprecia una leve descoordinación entre los dos planos pues parece responder primero uno y después el otro. De nuevo una característica que sigue recordando a su hermana mayor Queen 2.

Las tasas de caída y ascenso son muy buenas, e inducir wing overs y barrenas es muy divertido, pero ojo: la energía desbordante que acumula el Rook 3 obliga a una perfecta temporización y requiere la intervención de un piloto experto. La salida de la barrena no es espontánea tras la liberación del freno interior como en otras aeronaves de la misma categoría. Operar sobre el mando exterior, además de hacer una buena disipación, es fundamental.

Por supuesto no es tan apreciable como ocurre en velas de categorías superiores, pero esta Rook 3 tiene una buena disposición para transformar en ascenso los cabeceos que producen los movimientos de la masa de aire.

La vela sometida a la maniobra de orejas, al menos en esta unidad de la talla MS que probamos (también puede verse en vídeos de alguna otra de la misma talla testada por probadores extranjeros) no se ha mostrado nada estable. El tejido flameaba de manera importante pero también es verdad que salieron sin demasiada intervención del piloto. Este punto contrasta notablemente con unidades de la talla ML como, por ejemplo, la de nuestro colaborador Guillermo Niño. En su parapente se muestran mucho más estables y sin esa molesta tendencia al flameo.

Como hemos apuntado, el mando es muy directo pero aun así el recorrido es relativamente largo -lo que es acorde con su categoría- con un punto de pérdida lejano y perfectamente identificable.

El borde de fuga no parece ir demasiado presurizado, al menos a simple vista (se navegue a mandos sueltos o se actúe levemente sobre ellos). FOTO: J.I.G.

El borde de fuga no parece ir demasiado presurizado, al menos a simple vista (se navegue a mandos sueltos o se actúe levemente sobre ellos). FOTO: J.I.G.

Alargamiento moderado (5.6 puntos) en relación a otras creaciones del mercado. FOTO: GUILLERMO NIÑO

Alargamiento moderado (5.6 puntos) en relación a otras creaciones del mercado. FOTO: GUILLERMO NIÑO

La amortiguación del cabeceo es muy alta y el ala apenas abate incluso en térmicas potentes, quizás debido al BPI. FOTO: MSdD

La amortiguación del cabeceo es muy alta y el ala apenas abate incluso en térmicas potentes, quizás debido al BPI. FOTO: MSdD

NAVEGANDO

Destaca por una buena flotabilidad: pierde pocos metros mientras se rastrean térmicas en condiciones flojas.

En condiciones turbulentas es más fácil que su predecesora. Sólida, con menos tendencia a que sus puntas plieguen, incluso con poca carga, superando en ese sentido no solo a la Rook 2; también a la Queen 2.

A pesar de todo ofrece un ligero movimiento oscilatorio en el eje vertical que produce algunas inercias. Como si la vela intentase abrirse paso primero con un plano y después con el otro. No se aprecia claramente mientras se pilota, pero se percibe cuando se observa la progresión desde el exterior.

Aun así es cómoda y atraviesa la masa de aire sin apenas alabear. La amortiguación del cabeceo es muy alta y el ala apenas abate incluso en térmicas potentes, quizás debido al BPI.

Al entrar en térmica se retrasa ligeramente. No es demasiado, pero en ningún caso se puede hablar de un mordiente agresivo más fácil de ver en categorías superiores.

El giro es inmediato y, como decíamos antes, resulta necesario administrar el mando con suavidad e incluso cadenciar con el mando exterior. Cuando la vela choca con una térmica sufre un pequeño movimiento en el eje vertical que provoca también un ligerísimo alabeo y requiere acciones del piloto para buscar estabilidad y elegir el mejor momento para iniciar el giro. A pesar de la inmediatez y de un comienzo que parece violento, el parapente vira relativamente plano y consigue una tasa de ascenso competente.

De un parapente tan amortiguado podría pensarse que la información que se recibe no es muy elevada. Sin destacar en ese sentido, el Rook 3 ofrece unos datos relativamente precisos, aunque en ocasiones puede echarse en falta algo más de sensibilidad.

El acelerador, de accionamiento blando en el primer tramo pero duro en la segunda parte, permite una buena ganancia. Alrededor de 15-16 kms. sobre la velocidad trim.

He podido volarla con dos arneses distintos (uno de competición, otro ligero para uso en montaña) y diferentes cargas alares y se ha mantenido muy homogénea en cuanto a comportamiento. Cargada (hasta unos 2 kg. por debajo del máximo) parece una vela de categoría superior, pues se mueve con mayor velocidad y precisión. Un poquito por encima del rango medio permite sobrevivir en condiciones marginales, manteniendo sus características de giro. Eso sí, es más fácil que las puntas pierdan algo de presión.

Considero que un arnés intermedio, de los destinados al vuelo de distancia, representa un compromiso ideal entre estabilidad y sensibilidad. Uno ligero o ultraligero para uso en montaña quizás amplifique algún movimiento parásito y uno pesado para competición, que aporta un gran rendimiento aerodinámico, filtra demasiado lo que ocurre en la masa de aire, cosa que no beneficia demasiado a la Rook 3. A pesar de ser una vela dinámica también es muy amortiguada en casi todos sus ejes. Contar con los datos que aporta una silla de peso medio y cierta sensibilidad es una herramienta adicional interesante.

Para concluir esta sección, hablar del aterrizaje: es bastante sencillo incluso sin viento, y la vela ofrece un buen redondeo gracias a una correcta reserva de energía. Muy acorde con su categoría.

Pequeñísimas y retrasadas (sistema BPI) bocas de cajón que ralentizan el inflado pero conservan la presión interna y aportan gran estabilidad en cabeceo. FOTO: J.I.G.

Pequeñísimas y retrasadas (sistema BPI) bocas de cajón que ralentizan el inflado pero conservan la presión interna y aportan gran estabilidad en cabeceo. FOTO: J.I.G.

CONSTRUCCIÓN Y ACABADOS

El Rook 3 destaca por unos acabados bastante limpios. Las bandas, algo rígidas (Kevlar 13 mm.) y pesadas (el sistema BC system añade gramos), son más anchas en su base y van identificadas con colores diferenciados (izqda./dcha.). Los cordinos que no llevan funda están protegidos parcialmente en su anclaje en los maillones (el del freno, que es muy fino, también, para evitar el corte por contacto con el elemento metálico que va anclado).

Las líneas del rango C llevan un bucle para restablecer el calado a lo largo del tiempo en caso de acortamiento, lo que en general se producirá pasadas muchas horas y primordialmente en los cordinos de Dyneema debido al empleo de muchos en aramida MagixPro. El borde de fuga tiene cintas estrechas y pequeñas anillas de fruncido.

Los extremos de los estabilos incorporan, en el borde de fuga, unas pequeñísimas aperturas con velcro para vaciar el interior de arena, ramitas o pequeñas piedrecitas.

Los mandos tienen un tamaño medio y son muy blandos. Agradables pero tienden escurrirse de la mano con determinados guantes, sobre todo los que tienen piel en la palma. Van equipados con quitavueltas y fijados con broches magnéticos con raíl (Snap Lock Magnets).

El reenvío del freno es de longitud media que permite un pilotaje convencional, pero personalmente agradecería uno más largo (lo reconozco: no es nada frecuente en esta categoría) para explorar opciones avanzadas de pilotaje. El cordino pasa por una anilla cerámica que no siempre deja el ojal en la mejor posición y puede producir algo de fricción.

Las poleas del acelerador son Harken P18. Los ganchos Brummel son los habituales de la marca, con muy poco espesor.

Fabricado en duradero Dominico 20D MF, con Dominico 30 D MF en el borde de ataque. Costillas, diagonales y minicostillas van montadas en Porcher Skytex 40 Hard.

El suspentaje combina Liros PPSL y Edelrid A-8000-U.

Las bandas son algo rígidas (Kevlar 13 mm.) y pesadas debido a que el sistema BC añade gramos unos gramos. FOTO: J.I.G.

Las bandas son algo rígidas (Kevlar 13 mm.) y pesadas debido a que el sistema BC añade gramos unos gramos. FOTO: J.I.G.

Los elevadores son más anchos en su base y van identificados con colores diferenciados (izqda./dcha.). FOTO: J.I.G.

Los elevadores son más anchos en su base y van identificados con colores diferenciados (izqda./dcha.). FOTO: J.I.G.

Sistema de fruncido del borde de fuga y cinta de remate y refuerzo, ahora más fina y estrecha. FOTO: J.I.G.

Sistema de fruncido del borde de fuga y cinta de remate y refuerzo, ahora más fina y estrecha. FOTO: J.I.G.

PILOTOS A QUIENES VA DESTINADO

El Rook 3 es un parapente muy competente para uso en competición (en su categoría, evidentemente). Un ala con la que completar vuelos de cross incluso mano a mano con velas EN-C. Es una sport intermedia de altas prestaciones desarrollada con la misma tecnología que el fabricante incorpora en algunos de los parapentes que ocupan categorías superiores.

Muy adecuada para pilotos con talento y experiencia en la categoría EN-B, para quienes vuelan una B+ pero no se atreven a dar el salto a una EN-C y para pilotos con experiencia que descienden de categoría pero buscan una aeronave con alta seguridad pasiva y mucho rendimiento.

Guillermo Niño, uno de sus usuarios, dice de ella: "me está sorprendiendo muy positivamente. Solo he podido volar en condiciones débiles de otoño-invierno, pero puedes sentir que es un parapente bastante especial. Transmite información de lo que pasa a tu alrededor, pero sin ser abrumador. Es muy equilibrado en el eje de cabeceo y con un mando muy directo. La vela es rápida y planea muy bien. Se siente muy compacta y transmite mucha solidez, incluso acelerada. En el manejo en tierra y el despegue es muy fácil si bien tiene un punto duro como a unos 45 grados de elevación y necesita un poco de tracción para subir completamente. Tiene una muy buena restitución de energía en el flare y permite posarte con mucha suavidad".

Se fabrica en 5 tallas y 3 combinaciones de color (de serie). Más información en: https://www.parashop.es/parapentes/parapente-rook-3-777-gliders

Agradecemos la colaboración de Guillermo Niño y por supuesto la del distribuidor: www.parashop.es quien ha puesto a nuestra disposición el Rook 3 MS probado para este análisis.

Autor: Jose Isidro Gordito

Colaborador: Guillermo niño

Fuente: https://www.joseigordito.com/blog/777-rook-3-review-jaque-a-la-segunda-torre

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